Importancia de sanar la energía femenina
Durante muchos años, las mujeres crecimos desconectadas de nuestro ciclo menstrual.
Nos enseñaron muy poco —o casi nada— sobre su importancia, sus fases, y cómo aprovechar la sabiduría que habita en cada una de ellas.
Esta desconexión ha dado lugar a múltiples desequilibrios en nuestro cuerpo: endometriosis, infertilidad, cáncer de útero o mama, trastornos menstruales… sólo por nombrar algunos.
Además de ello tuvimos que sufrír todo tipo de sometimientos y vejaciones, mamás luchonas alejadas de sus hijos y resentidas muchas veces con los hombres.
A los hombres, por su parte, se les enseñó a reprimir sus emociones, a no mostrarse vulnerables, a sostener un modelo cada vez más rígido y patriarcal, completamente desconectado de una energía masculina en equilibrio.
Y de aquí surgen los padres abandónicos, maltratadores, abusadores, etc.
Todo ello, acumulado a lo largo del tiempo, nos ha llevado a la sociedad que hoy habitamos: una sociedad profundamente herida, atravesada por la violencia, el abuso, el maltrato, la guerra. Desde lo más cotidiano e invisible, hasta lo más atroz y evidente.
¿Y dónde está el origen de todo esto?
En la desconexión emocional.
Una de las cualidades más esenciales de la energía femenina es el vínculo con las emociones. Sin embargo, no nos enseñaron a sentir, a sostenernos emocionalmente, a procesar lo que nos duele. Y cuando no sabemos gestionar nuestras emociones, enfermamos… y también enfermamos al mundo.

Por eso, sanar la energía femenina es una necesidad urgente. Es volver a nosotras. Es recordar nuestra sabiduría interna, recuperar nuestro poder, honrar nuestra esencia más pura. Y desde ahí, también equilibrar nuestra energía masculina.
Porque todo lo que sanamos en nosotras impacta en nuestro entorno.
Y qué mejor regalo para el mundo que ofrecerle una versión de nosotras más consciente, más amorosa, más auténtica. Esa es la importancia de sanar la energía femenina
¿No te parece una hermosa excusa para empezar a sanar tu energía femenina?
Si sentís el llamado, estoy acá para acompañarte en ese camino.
Con amor, con presencia y con la fuerza de lo sagrado femenino.
Nos bendigo con amor. Pau 🌹









